LA MACETA DEL BONSAI

La maceta.
Los contenedores usados para bonsái suelen dividirse en dos categorías:
El tiesto de entrenamiento y la maceta de exhibición.

Los tiestos de entrenamiento se usan cuando el carbol está en las primeras etapas de desarrollo y
pueden ser desde un tiesto de plástico para plantar semillas,
hasta una caja de madera tratada con un producto inofensivo contra la putrefacción. Todo tipo de improvisaciones son posibles,
siempre y cuando el contenedor tenga adecuados agujeros de drenaje y su fondo sea más o menos plano, sin ondulaciones que permitan estancarse al agua. Esto es absolutamente vital,
ya que la causa más frecuente de mortandad en bonsái se debe a la putrefacción de raíces debida a la acumulación de agua.
En las primeras etapas es importante que los árboles sean plantados en tiestos más grandes de lo necesario.
Esto provocará un mejor desarrollo de las raíces, lo que es esencial para mantener el árbol en buen estado de salud.
Los tiestos de exhibición son invariablemente de cerámica,
y puesto que deben ser a prueba de heladas,
el gres es preferible a la arcilla. Úsense únicamente tiestos que hayan sido esmaltados solo en su parte exterior,
ya que las raíces se adhieren mejor a las superficies rugosas, no esmaltadas.
Los tiestos de exhibición deben ser escogidos para adaptarse al bonsái,
y no al revés, más o menos como un marco se elige para complementar una pintura.
El tiesto, aunque bonito y costoso, debe siempre ocupar un lugar secundario respecto al árbol.
Además de las consideraciones estéticas, el tiesto tiene una muy importante función que cumplir.
Contiene los nutrientes necesarios al árbol, en forma de la adecuada mezcla de tierra,
fertilizantes, aire y humedad, y sirve también de base estable para el árbol en el plantado. Generalmente,
el largo del tiesto es aproximadamente de dos tercios de la altura del árbol, si es un árbol en que domine la altura, si se trata de un árbol cuyas ramas se extienden,
predominando en él la anchura, entonces la longitud del tiesto será dos tercios de la anchura de la copa.
La profundidad del tiesto debería aproximarse al grueso del tronco justo por encima del comienzo de las raíces.
Estas proporciones serán adecuadas tanto para las conveniencias estéticas como para las necesidades horticulturales del árbol.
Obviamente, las macetas que contengan arboles en estilo de cascada deberán ser mucho más profundas.
Aquí no es necesariamente una regla fija, intente, en cambio, educar su vista para diferenciar una relación equilibrada entre tiesto y árbol.
El bonsái medio con regla es demasiado rígido, además de que la práctica de tan exactas medidas es algo que debe evitar cualquier artista.
No tenga nunca prisa por plantar el bonsái en su tiesto definitivo.
Este siempre seguro de que la mayoría de las técnicas de entrenamiento han sido aplicadas mientras el árbol estaba en su tiesto de entrenamiento.
Colores sobrios son preferibles para los tiestos de bonsái, sean estos esmaltados o no pero los tiestos,
monos, usados para. Mame. Bonsái o para algunos árboles cultivados por su flor o fruto, pueden ser algo más brillantes de color y decorados.
Las coníferas se complementan mejor con los tiestos sin esmaltar, en tonos grises o rojizos, más bien sombríos. Los caducifolios, en cambio suelen quedar mejor en macetas esmaltadas, esto puede ser especialmente agradable cuando el efecto, craquelado,
es visible y también cuando se presentan en el esmalte variaciones de color y textura.
Tiesto que exhiben interesantes defectos en el vidriado del esmalte tienden a ser preferidos a los que ofrecen una superficie perfecta,
sin carácter, evite los tiestos que parecen más bien bandejas para el horno. Escoger el tiesto adecuado para un árbol es un fascinante ejercicio,
y la armonía entre bonsái y tiesto es una imagen para ser disfrutada. Los bonsái son a menudo plantados sobre rocas, o dentro de ellas, así como en recipientes de fibra de vidrio a que las imitan, y aunque estos no son tiestos en el estricto sentido de la palabra, pueden, a veces, mostrar mejor un árbol,
creando un escenario más natural. Una vez más armonía visual y funcionalidad correcta son los criterios en los que debe Vd.
Basar su juicio. Antes de proceder al plantado de cualquier bonsái o pre-bonsái, se deben podar todas las raíces excesivamente largas, así como las que destaquen por su grosor y las heridas serán selladas con la pasta cicatrizante adecuada.
Se debe intentar no desprender la tierra próxima a la base del tronco, pues esta ayudara a crear un buen sistema radical. Disponga las raíces en forma radial desde el tronco y evite que las primarias se crucen una con la otra.
Si no se puede arreglar o deshacer un, nudo, es mejor podar. Es sistema de raíces debería reflejar el sistema de ramaje,
extendiéndose ambos de forma similar.

El tiesto es generalmente dos tercios de la altura del tronco, si es un árbol alto, o de su anchura, si es achaparrado.